miércoles, 26 de octubre de 2011

Nueva marcha, "Lacrimosa" Réquiem de Amadeus Mozart

La Agrupación Musical Polillas, ha incorporado a su repertorio una nueva marcha, en este caso es la adaptación de “Lacrimosa”  Réquiem de Amadeus Mozart, adaptada por el gran compositor sevillano (La Algaba), Manuel Herrera Raya.

Breve reseña de la historia y biografía de la marcha y compositor :



Wolfgang Amadeus Mozart nació el 27 de Enero de 1756 en Salzburgo, en la actual Austria, que en esa época era un arzobispado independiente del Sacro Imperio Romano Germánico.

Cuando Wolfgang Amadeus tenía cuatro años tocaba el clavicordio y componía pequeñas obras de considerable dificultad; a los seis, tocaba con destreza el clavecín y el violín. Podía leer música a primera vista, tenía una memoria prodigiosa y una inagotable capacidad para improvisar frases musicales.

Definitivamente no era un niño común.

En junio de 1791, Mozart ofreció en Viena uno de sus últimos conciertos públicos; Pocos días antes se presentó en su casa un desconocido, vestido de gris, que rehusó identificarse y que encargó a Mozart la composición de un réquiem. Le dio un adelanto y quedaron en que regresaría en un mes. Pero el compositor fue llamado desde Praga para escribir la ópera La clemencia de Tito, para festejar la coronación de Leopoldo II.

Cuando subía con su esposa al carruaje que los llevaría a esa ciudad, el desconocido se presentó otra vez, preguntando por su encargo. Esto sobrecogió al compositor.

Más tarde se supo que aquel sombrío personaje era un enviado del conde Walsegg, músico aficionado y cuya esposa había fallecido. El viudo deseaba que Mozart compusiese la misa de réquiem para los funerales de su mujer, pero quería hacer creer a los demás que la obra era suya y por eso permanecía en el anonimato.

Mozart, obsesionado con la idea de la muerte, desde la de su padre, debilitado por la fatiga y la enfermedad, muy sensible a lo sobrenatural por su vinculación con la fracmasonería e impresionado por el aspecto del enviado, terminó por creer que éste era un mensajero del destino y que el réquiem que iba a componer sería para su propio funeral.

Mozart, al morir, consiguió terminar tan solo tres secciones con el coro y órgano completo: Intoitus, Kyrie y Dies Irae. Del resto de la secuencia sólo dejó las partes instrumentales, el coro, voces solistas y el cifrado del bajo y órgano incompletos, además de anotaciones para su discípulo Franz Xaver Süssmayr. También había indicaciones instrumentales y corales en el Domine Jesu y en el Agnus Dei. No había dejado nada escrito para el Sanctus ni el Communio. Aunque en un principio Costanze pidió al músico de la Corte Joseph Leopoldo Eybler que terminase el Réquiem, fue su discípulo Süssmayer quien lo acabó (siguiendo las directrices de Mozart), completando las partes faltantes de la instrumentación, agregando música en donde faltaba y componiendo íntegramente el Sanctus.

Para el Communio, simplemente utilizó los temas del Introito y el Kyrie, a manera de reexposición, para darle cierta coherencia a la obra.

Una de las principales influencias de esta obra puede hallarse en el Réquiem de Michael Haydn compuesto en el año 1771 para la muerte del arzobispo de Salzburgo S.

Aunque al parecer se tocaron extractos del Réquiem en una misa en memoria de Mozart celebrada el 10 de diciembre de 1971, el estreno de la obra completa se produjo en Viena el 2 de enero de 1973 en un concierto en beneficio de la viuda del músico austríaco ( Costanze Weber). Fue interpretado de nuevo el14 de diciembre de 1973, durante la misa que conmemoraba la muerte de la esposa del conde Walsegg, y bajo la dirección del propio conde.



Se espera que dicha marcha pueda ser estrenada en los próximos conciertos de Noviembre, y la Agrupación desea que sea del gusto de todos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario